Llevamos más de un siglo arrastrando una rémora reaccionaria y nadie ha sido capaz de ponerle punto final. El delirio regional corresponde todavía a un enquistamiento de la España negra en pleno siglo XXI. La cuestión sigue siendo la misma: o se largan o se quedan con cara sonriente. Pero esa monserga diaria es mortífera por su enorme pesadez y sobre todo por el desgaste que supone para la cimentación de los temas esenciales de ámbito nacional.
Diarios de un francotirador. ALBERT BOADELLA.
martes, 10 de diciembre de 2013
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