El otro día hablando de política un amigo me dijo: "Las opiniones son como los culos que cada uno tiene el suyo". Pienso que ni muchísimo menos todos los culos son iguales. Hay culos que te hacen girar la cabeza, culos que hipnotizan, culos rotundos que han llevado a más de uno a la tumba. Y también hay culos que no sirven más que para una función excretora o como mera finalización de la espalda.
Si todos los culos no son iguales por qué van a ser iguales todas las opiniones. La gente habla porque tiene boca pero yo tengo derecho a abrir mis orejas cuando lo crea oportuno. Hay opiniones que te elevan hasta el cielo y opiniones que parecen hechas con el culo.
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