sábado, 28 de agosto de 2010
Los mitos de la Historia de España. (31)
El mito habla de una revolución nacional, pero la rebelión política contra Felipe IV fue una aventura protagonizada por la minoría dirigente del Principado y no por los segadores amotinados el día del Corpus. Los ensueños de Pau Claris condujeron a una separación formal de la monarquía española y a una nueva ocupación de ejércitos, pues la Generalitat, supuesta encarnación y depositaria de los fueros y libertades del país, no llegó a contar en ningún momento con una tropa organizada de catalanes a sus órdenes y la resistencia contra las tropas de Felipe IV corrió a cargo de los franceses. Pau Claris y sus compañeros de aventura se vieron aislados y claramente superados por los acontecimientos. Temerosos de sucumbir a los excesos de la muchedumbre y reacios a rendir su utopía medieval ante las tropas de Olivares, decidieron poner al Principado en manos de Luis XIII. Un error que no tardaron en lamentar. Claris moriría a tiempo, sin dar lugar a que sus ojos, que parecían mirar hacia una lejanía infinita, hacia un pasado perdido, se derrumbaran de otoños y decepciones, como sí les ocurrió a otros diputados y nobles que se vieron desautorizados por los franceses antes de lo que pensaban y renunciaron a sus cargos o se retiraron a sus palacetes como quien huye de un mundo que se desmorona.
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