domingo, 31 de julio de 2011
Porque tengo hijos (41).
No queremos una paz en la que los verdugos vuelvan a casa entre honores mientras las víctimas se sienten solas y marginadas. No queremos una paz que expulse del País Vasco a quienes más han resistido frente al fanatismo y al terror. No queremos que en nosotros se repita la historia de tantos judíos tras la Segunda Guerra Mundial: hubo más suicidos de judíos en la Alemania de la posguerra que durante los años que ésta duró. Muchos judíos resistieron los campos, la persecución, el oido de los nazis; pero no pudieron resistir la marginación, la indiferencia y el silencio de la democracia.
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