martes, 7 de septiembre de 2010
Los mitos de la Historia de España. (34)
"Por nosotros y toda la nación española, combatimos", dice el militar Villarroel y en los panfletos que recorren los barrios de Barcelona se dice que Luis XIV no pretnde dar rey a España sino convertir ésta en provincia de Francia o se apela al ejemplo catalán para movilizar al resto de los españoles contra los ejércitos gabachos: "Tomad ejemplo de Cataluña, en donde por la misericordia de Dios, no estamos ciegos, ni engañados, sino violentados y opresos; y sin derramamiento de sangre han retoñecido los Austríacos laureles..."
Los austracistas catalanes no sólo luchaban por sus derechos históricos, sino también por "las libertades de España", ni componían un bloque homogéneo sino un partido atravesado de diferencias y, a menudo, de intereses contrapuestos. La diviisión entre los seguidores fieles al pretendiente y la nobleza y burguesía barcelonesa fue total desde 1707 y el tiempo, con los vaivenes de la guerra, la fue agravando. El Consejo de Ciento -órgano asesor del municipio de Barcelona- tuvo planteamientos mucho más radicales que la Generalitat, controlada por una nobleza cada vez más alejada de los laureles austríacos, y de hecho el gobierno de Cataluña no fue suprimido por Felipe V, como se ha dicho y repetido tantas veces, sino por el propio Consejo de Ciento, en pleno mandato austracista.
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