jueves, 30 de junio de 2011
Porque tengo hijos (23).
El 26 de febrero del año 2002, cuando el señor Ibarretxe se convocó en Vitoria una manifestación para que sus bases le vitorearan a él en vez de rechazar el horrendo crimen del líder de la oposición y su escolta, me prometí por la memoria de Fernando que nunca jamás acudiría a ningún llamamiento que realizara Juan José Ibarretxe. Una insultante convocatoria que hizo dos días después de haber salido por la puerta de atrás de la iglesia en la que asistíamos al funeral de Fernando Buesa, sin tener siquiera la dignidad institucional de acompañar el féretro hasta la calle.
martes, 28 de junio de 2011
Porque tengo hijos (22).
Lo que hemos de hacer es seguir la firmeza con la paciencia, sin confundir nunca ésta con la resignación. Hemos de blindar nuestras convicciones y seguir adelante, buscando cada vez más complicidades sociales, políticas y mediáticas tanto en España como fuera de ella. No hay otra receta. Las otras, la de aguantar a ver si cambian, la de ceder para que nos dejen sobrevivir ya sabemos dónde nos han llevado. En palabras de Albert Camus, y para terminar, "no se trata de saber que sin la libertad no realizaremos nada y perderemos a la vez la justicia futura y la belleza antigua".
Porque tengo hijos (21).
La defensa de los principos y los valores fundamentales no puede estar sometida a un cálculo electoral, y hay cosas -como actuar sin complejos contra el fanatismo y la xenofobia- que hay que hacer por decencia y por dignidad. Pero contra los pesimistas que creen que esto reforzará a quienes tratan de destruir la democracia, yo soy optimista. Sé que la clandestinidad es incómoda y sé también que la impunidad y la comodidad -y el dinero- han servido para mantener y renovar con sangre nueva a Batasuna. Sabemos que son unos cobardes, que tienen tanto odio de sobra como falta de convicciones. Viven cegados por la "victoria" del terror ante una democracia que han considerado débil y acomplejada. Pero van a descubrir que esta joven democracia que les declaró la paz en 1977 sacando a todos los presos etarras de la cárcel es capaz de defenderse. Y cuando comprendan que tienen más que perder si siguen matando que si dejan de hacerlo, empezará su cuenta atrás.
Porque tengo hijos (20)
lunes, 27 de junio de 2011
Porque tengo hijos (19).
El nacionalismo siempre ha estado echando pulsos, haciendo trampas a la democracia. Cuando Ibarretxe planteó su Plan había quien pensaba "si así se acaba con ETA...". Por eso propongo que estemos vigilantes, porque siempre hay incautos que se quieren dejar convencer de que aún es tiempo de domesticar al nacionalismo. Esa estrategia ya ha fracasado, ya se ha demostrado completamente inútil. No minusvaloremos sus ansias de poder y su absoluta ausencia de principios. ¿Qué más nos tienen que hacer los nacionalistas para que nos convenzamos? De una manera u otra volverán a plantear sus objetivos. Quizá ahora nos digan que es necesario dar ese paso para consolidar una nueva situación. Su pretensión será la misma: conseguir la hegemonía del nacionalismo. Y que ETA acabe sacando ventajas y convierta en honorable su historial de crímenes y terror. Importa mucho que recordemos la historia. Más que nada para que las traiciones no se repitan. O al menos para que estemos preparados para defendernos.
Porque tengo hijos (18).
Sabemos que el nacionalismo es insaciable. y no tiene prejuicios, nada le detiene. Ibarretxe demostró su absoluta falta de moralidad al plantear su Plan en una situación de falta de libertad, mientras el terrorismo nos seguía azotando. Neecesitaban a ETA, débil pero activa, para tratar de chantajear a la democracia. Los nacionalistas vascos siempre han sido unos expertos en instrumentalizar las ansias de paz de la sociedad. Por eso es tan necesario que recordemos su historia. Y que no olvidemos cuál ha sido el objetivo de todas sus iniciativas políticas. Ninguna propuesta que institucionalice la desigualdad entre vascos, que rentabilice los estragos del terrorismo, nos traerá la libertad. Ninguna ropuesta antidemocrática, sostenida en la muerte, o en el miedo a que vuelvan a matar, podrá ser discutida, ni antes, ni ahora, ni nunca.
domingo, 26 de junio de 2011
Porque tengo hijos (17).
Sigo seleccionado extractos de "Porque tengo hijos", el libro que escribió Rosa Díez en el 2.006.
No, no renunciaremos a ninguno de nuestros derechos. Que nadie nos pida que dejemos de ser lo que ya somos: vascos, españoles y europeos. Que nos pidan que elijamos: nos quedamos con todo. Y no nos ofrezca un País que excluye a una parte de sus ciudadanos. Lo que usted nos propone no es más autogobierno, sino más nacionalismo. Y lo que la sociedad vasca necesita es más democracia. La democracia es incluyente, no expulsa a nadie: se queda con todos.
No, no renunciaremos a ninguno de nuestros derechos. Que nadie nos pida que dejemos de ser lo que ya somos: vascos, españoles y europeos. Que nos pidan que elijamos: nos quedamos con todo. Y no nos ofrezca un País que excluye a una parte de sus ciudadanos. Lo que usted nos propone no es más autogobierno, sino más nacionalismo. Y lo que la sociedad vasca necesita es más democracia. La democracia es incluyente, no expulsa a nadie: se queda con todos.
Porque tengo hijos (16).
Como ya expliqué antes, el PNV se fue a Lizarra para sellar con ETA un acuerdo que garantizara que una vez finalizados los actos de terror de la banda el nacionalismo seguiría siendo hegemónico. Era un momento en el que ésta parecía haber perdido la esperanza de chantajear a la democracia. Roto ese acuerdo siniestro, cuando se rompió la tregua de 1998, Ibarretexe tomó la bandera de ETA y trató de institucionalizar sus objetivos. Como verán, la misma pretensión: asegurarse el poder restringiendo derechos a los no nacionalistas. Y presentó, revestido de cambio estatutario, un Plan rechazable por antidemocrático.
Porque tengo hijos (15).
Eso explica por qué con ese resultado electoral, acariciada la victoria al primer intento, se desató la batalla de acoso y derribo contra Nicolás Redondo Terreros. La estrategia de unidad constitucionalista, que había estado formalmente avalada por toda la cúpula del Partido Socialista Obrero Español, fue inmediatamente revisada. Y al revisar esa estrategia dieron por liquidados los objetivos que con ella se perseguían. La aternativa al nacionalismo se dio por fracasada tras sólo un intento y a pesar de que los datos objetivos eran claramente esperanzadores. En el fondo mucha gente del Partido Socialista -de dentro y fuera del País Vasco- nunca quiso ser alternativa. Muchos dirigentes socialistas siempre han pensado que nuestra "misión histórica" en Euskadi es entendernos con el nacionalismo, moderarles, caminar con ellos. Pero dejando que sean ellos quienes dirijan el País. Ese complejo político, esa falta de ambición, estuvo acompañada y teorizada por alguna "progresía" que siempre defendió que en Euskadi lo que había que reeditar era el pacto con el PNV. Poco les importaba, a unos y a otros, que acabaran de pactar con ETA nuestra exclusión. Y que tras años de gobiernos naionalistas no se hubieran resuelto ninguno de los grandes problemas de los vascos, el principal de ellos la falta de libertad.
sábado, 25 de junio de 2011
Porque tengo hijos (14).
Normalizar la vida política supone crear las condiciones para que la alternativa de Gobierno sea una realidad. En Euskadi eso sólo es posible si quien dirige el partido llamado a liderar o a formar parte de la alternativa no tiene complejos ante el nacionalismo. Sólo es posible si estamos dispuestos -como en cualquier otra región de España-, a exigir a nuestros gobernantes que asuman las responsabilidades por sus acciones u omisiones. Supone tener ambición de País.
Nicolás Redondo tenía esa ambición. Creía que la alternativa al nacionalismo era posible y era necesaria. Creía que había que exigir a los nacionalistas responsabilidades por unos años de Gobierno en los que Euskadi había llegado a ser una anomalía en Europa, la única región de la Unión Europea en la que centenares de ciudadanos vivían con escoltas por el hecho de no ser nacionalistas. Pero esa ambición política no era compartida por una parte del Partido Socialista de Euskadi. Y tampoco, como después se vio, por significados dirigentes del PSOE.
Porque tengo hijos (13).
EL PNV había venido dirigiendo la política vasca desde las primeras elecciones autonómicas, celebradas en el año 1980. La existencia del terrorismo le brindó a lo largo de todos esos años una clara ventaja electoral. Los candidatos de los partidos constitucionalistas eran hostigados y asesinados. En Euskadi no se habían dado nunca las condiciones de igualdad entre las distintas opciones políticas. El derecho constitucional activo y pasivo -a elegir y ser elegido, en igualdad de condiciones- seguía siendo en el País Vasco una reivindicación pendiente en vez de una realidad. Los partidos constitucionalistas nos presentábamos a la elecciones lastrados. Y los ciudadanos no nacionalistas no tenían garantizada su libertad y su igualdad para elegir o ser elegidos. El PNV siempre se aprovechó electoralmente de esa anomalía democrática. Y no sólo eso: la quiso institucionalizar firmando con ETA el acuerdo según el cual se comprometía a excluir políticamente al PSE y al PP.
viernes, 24 de junio de 2011
Porque tengo hijos (12).
Para comprender bien los acontecimientos políticos que se desarrollaron el año 2001, conviene hacer una breve retrospectiva histórica que nos llevará hasta el nacimiento de la iniciativa cívica ¡Basta Ya! La primera manifestación convocada por ese colectivo ciudadano se celebró el 19 febrero de 2000. Tras el lema "Por la libertad. ETA kampora", algunos miles de ciudadanos recorrieron aquel día lluvioso las calles de San Sebastián. Fernando Buesa -que sería asesinado tres días más tarde- estaba entre ellos. Algunos batasunos quisieron boicotear el paso de la marcha; pero se encontraron con una resistencia ejemplar. No salían de su asombro al ver cómo nos manifestábamos por la libertad y contra ETA. Ellos se habían ido acostumbrando a que los ciudadanos saliéramos a la calle cada vez que se producía un atentado; pero se sorprendieron de que fuéamos capaces de organizarnos y salir a reivindicar la unidad de acción contra los terroristas.
Porque tengo hijos (11).
Porque ETA siempre pudo aguantar los discursos de rechazo más encendidos de los dirigentes políticos y/o de los gobiernos democráticos, pero el día en que la gente anónima empezó a salir a la calle, el día en que los chavales de los institutos empezaron a negarse a secundar huelgas en honor de los asesinos, el día en que los chavales se pintaron las manos de blanco y las levantaron frente a los que coreaban a ETA, ese día descubrieron que no sólo éramos muchos más, sino que éramos mucho más valientes.
Por eso sé que desde la movilización ciudadana y el consenso democrático conseguiremos que ETA desaparezca para siempre.
jueves, 23 de junio de 2011
Porque tengo hijos (10).
No estoy dispuesta a aceptar que este país es menos mío que de quien se proclama nacionalista. No estoy dispuesta a consentir que nos dividan en dos comunidades enfrentadas. No estoy dispuesta a aceptar que los adolescentes de la edad de mi hija, que va a cumplir 16 años, vayan a tener que salir a la calle a defender la democracia, igual que lo tuvieron que hacer sus hermanos mayores, sus padres o, antes y contra otra dictadura, sus abuelos. Yo no estoy dispuesta. Por eso, hoy que celebramos la fiesta del Estatuto de todos los vascos, quiero llamar a la rebelión democrática; sí, democrática, pero rebelión. Porque, si desisitimos, si nos dejamos arrastrar, si perdemos sin luchar, nuestros hijos y nuestros mayores no nos lo perdonarán nunca. Y yo tampoco podré perdonármelo.
Por eso, y parafraseando a Benedetti, me declaro en este tema radicalmente parcial y anuncio que nunca, nunca, cuando de defender la pluralidad y la democracia se trate, conseguirán que lleguemos a ser neutrales.
Porque tengo hijos (9)
Decía Egibar en esa misma sesión plenaria que Euskadi aspira a ser como Alemania. Una vez más, le ha traicionado el subconsciente; porque la Euskadi de verdad, la del Estatuto, la del autogobierno, es ésta en la que vivimos, plural, mestiza, tolerante; la de hoy ya es como la Alemania democrática de hoy. ¿Cuál es la Alemania-Euskal Herria de Egibar? ¿La del muro? ¿La de las dos comunidades? Ésa es la que dividió a los alemanes, la que tuvo un presidente llamado Adolf Hitler que ganó unas elecciones sin ser por eso nunca un demócrata: la que tuvo un presidente que declaró una guerra mundial en nombre de la patria y de la raza, que mandó asesinar a millones de seres humanos porque eran y querían seguir siendo alemanes libres y diferentes.
La historia está para recordarla y aprender de ella; y más allá de otras circunstancias históricas, es un hecho cierto que si triunfó el fascismo en esa Alemania soñada por Egibar fue porque los nazis tenían una estrategia y una táctica. Y la sociedad democrática, no. No tenía estrategia, no tenía liderazgo, no tuvo valor para defender un proyecto de convivencia; fueron incrédulos y pasivos, desisitieron de dar la batalla y perdieron.
miércoles, 22 de junio de 2011
Porque tengo hijos (8).
Aun después del asesinato de Fernando Buesa y del ertzaina que le acompañaba, Jorge Díez, el PNV tardó varios días en romper su acuerdo parlamentario con Herri Batasuna. Y el Lehendakari tardó varios días también en dar el pésame a la familia de Fernando. Fernando había sido Vicelehendakari del Gobierno vasco. Y cuando le asesinaron era el portavoz del Partido Socialista de Euskadi y Secretario General del PSE de Álava. El Lehendakari tardó horas en hacer su primera comparecencia pública tras el crimen. Y en ella no anunció la ruptura de su pacto con HB. Tardó varios días en hacerlo.
Porque tengo hijos (7).
A veces ponemos ejemplos de procesos de "paz dialogada" a los que queremos -decimos- emular. Claro que siempre olvidamos un pequeño detalle: que no hay en la historia un ejemplo de paz que se haya firmado sin que la guerra haya castigado de forma similar a las partes en contienda. Y en Euskadi, no nos engañemos, no hay dos ejércitos luchando. aquí no hay tal guerra. Aquí lo que hay es un grupo de vascos que matan, muchos que sufren y unos que mueren. Y que nadie me interprete mal: yo no quiero que muera ni uno solo más. Ni siquiera de los malos.
Porque tengo hijos (6)
Y ahí se acabó. Ellos (PNV-EA-IU y Batasuna), hicieron su acuerdo de Gobierno. Batasuna votó al Lehendakari. El PNV le hizo a Josu Ternera Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco. Urkullu (dirigente máximo del PNV en Vizcaya) dijo aquello de "resulta muy positivo ver en esta Comisión (la de Derechos Humanos) a alguien que en el pasado tuvo una relación en negativo con los Derechos Humanos...". Aunque parezca mentira, les prometo que es textual. La perversión del lenguaje siempre ha jugado un papel principal en la política vasca.
martes, 21 de junio de 2011
Porque tengo hijos (5)
La resistencia conlleva una cierta épica que ayuda a mantenerse. Recuerdo un mitin en Ondarroa, en las últimas elecciones municipales. Yo encabezaba la candidatura del Partido Socialista en un municipio en el que no teníamos -ni esperábamos obtener- representación. Se trataba de presentar una lista para hacer un ejercicio de autoafirmación política, de presencia, para mandar un mensaje de fortaleza a nuestra gente. Y, de paso, para que los otros, los malos, se enteraran de que no estábamos dispuestos a desistir. Hicimos el mitin en la plaza del pueblo, en la calle. En el centro, como una islita, diecisiete amigos -gentes de Basta ya, Carlos Totorika, Carlos Martínez Gorriarán, mis hijos, Niko Gutiérrez...-. Sentados en los bancos que rodean la plaza, tres decenas de batasunos. Alrededor de la plaza, dos furgonetas de la Ertzainza, varios coches de policía, mis escoltas, los escoltas de mis amigos... Tras las ventanas de las casas que daban a la plaza, las gentes del pueblo que miraban y escuchaban a hurtadillas entre los visillos.
Entonces subió al estrado Totorika. Hizo la presentación en euskera, el idioma que en aquella zona es mayoritario. Luego subí yo. Hablé en español, el otro idioma del País Vasco. Y reivindiqué con él mi ciudadanía española y mi vecindad vasca. Los borrokas empezaron a abuchearme. Pero la megafonía era estupenda. Y la policía estaba muy cerca. Y funcionaba la ley de partidos, con lo que sabían que no iba a haber ningún tipo de impunidad. Ellos abucheaban, pero no se movían. Y yo, hablaba; y mi voz era más fuerte que sus abucheos. Tuvieron que escuchar un mitin del Partido Socialista. Les expliqué que yo tenía derecho a presentarme a las elecciones porque era militante de un partido democrático; y ellos no. Gritos. Luego les dije que era una ciudadana vasca, española y europea. Más gritos. Que yo era una vasca típica: mestiza. Hija de represaliados por el franquismo, de un hombre condenado a muerte y traído a la cárcel de Larrinaga (Vizcaya) desde un campo de concentración de Santander. Les expliqué que mis padres se quedaron a vivir en Euskadi, cuando mi padre salió de la cárcel, por su propia decisión. Y que mis hermanos y yo habíamos nacido aquí. Y que aquí estaban enterrados mis padres; que aquí habían nacido nuestros hijos; que aquí queríamos seguir viviendo. Que es nuestra tierra y que tenemos derecho a echar raíces en ella. Que nadie nos iba a expulsar de nuestra casa.
Gritaban, pero no se movían. Y no podían evitar oír lo que yo decía. Fue un acto estupendo, ciertamente político, épico. A pesar de ese ambiente opresivo que he descrito, en días como ése una siente que existen razones para quedarse, que sirve de algo que nuestra voz se escuche. Yo sentí que aquellas personas que escuchaban tras lso visillos también se habían sentido ese día un poquito más libres. Es el ejemplo de esos días en los que, como antes les decía, la épica de la resistencia, si me permiten una palabra que quizá resulte excesiva, te mantiene con el ánimo a tope.
Porque tengo hijos (4)
El PNV, una vez más, nos traicionó. Traicionó a la democracia, como ya lo había hecho en la Guerra Civil, ofreciendo en Santoña sus gudaris al Gobierno fascista italiano. Aunque no lo supimos hasta después, esa traición se gestó mientras gobernaba con nosotros los socialistas en el País Vasco y mantenía un acuerdo parlamentario con Aznar en Madrid. Por el contrario de lo que a veces se insinúa -para argumentar la necesidad de ceder ante el nacionalismo "moderado" y evitar así que éste se radicalice-, conviene recordar que el PNV se fue al monte por interés partidario y electoral, sin que nadie le empujara. Cuando tuvo que optar, después del asesinato de Miguel Ángel Blanco, entre defender la democracia -arriesgándose a integrar el colectivo de las víctimas-, o hacer un pacto entre nacionalistas -incluidos los asesinos-, y garantizar así la hegemonía del nacionalismo cuando ETA desapareciera, eligió la segunda opción.
Porque tengo hijos (3).
Pero quiero que nadie se equivoque: no me mueve ningún sentimiento negativo, vindicativo. Me mueve el deseo de evitar que en nuestros hijos se repita nuestra hsitoria. Yo tengo, en el moemnto que escribo estas líneas, cincuenta y tres años. Pertenezco a una generación de vascos que nunca ha vivido en libertad. Casi la mitad de nuestra vida se desarrolló bajo el régimen franquista. La otra mitad hemos vivido bajo el régimen nacionalista, el que desde las instituciones ha mirado para otra parte durante los largos años en los que ETA ha tratado de derrotar a la democracia; el que ha perdido la piedad hacia las víctimas; el que ha relativizado el sufrimiento de la gente que vive sin libertad. Hemos vivido media vida bajo ese régimen que propugnaba el nacionalismo obligatorio y bajo la amenaza del nacionalismo totalitario representado por ETA.
lunes, 20 de junio de 2011
Porque tengo hijos (2).
Escribo este libro para recordar y para que mis hijos recuerden. Para que no se nos olviden las cosas que han ocurrido en este País durante los años en los que en el resto de España se concolidaba la democracia. Para que nadie se olvide de dónde estuvo cada cual en su momento, quién hizo qué. Para que todo el mundo recuerde qué cosas hicimos bien, qué cosas tuvieron éxito contra ETA y contra la impunidad. Qué decisiones nos colocaron al borde de derrotar a los terroristas, a su mundo, a sus objetivos. Para que todos receurden quién habló y quién calló; quién se comprometió y quién miró para otro lado. Quién defendió la convivencia y la democracia y quién la despreció y la traicionó.
Porque tengo hijos.
A partir de hoy os iré seleccionando extractos de "Porque tengo hijos", el libro que publicó Rosa Díez en 2.006, un compendio de artículos de opinión que explican parte de la historia de España.
-----------
Una de las manifestaciones de reconocimiento, de los piropos, más repetidos cuando desde fuera de Euskadi se refieren a los vascos que hacemos política sin ser nacionalistas, consiste en llamarnos valientes. Verán desmintiendo, esa apreciación generalmente extendida, quiero aclarar que yo no soy una mujer valiente. Ni me gusta el riesgo, ni lo persigo, ni lo necesito para vivir. Me gustaría, como a todo el mundo vivir tranquilamente. Salir de casa sin problemas y no dudar antes de entrar en determinados barrios de mi ciudad. Tampoco soy indiferente a las caras de odio o de desprecio con que, a veces, me encuentro por las calles del País Vasco. Tampoco me gusta que mis hijos paguen las consecuencias por mi militacia política, que ese hecho les haya podido generar algún tipo de problema en sus relaciones personales o de grupo.
miércoles, 15 de junio de 2011
martes, 14 de junio de 2011
¡Izquierda nacionalista!
Que sigue sin arredrarse ahora, cuando en una paradoja difícil de entender, una parte de la izquierda socialista se alía con ciertos nacionalismos. Pues verdaderamente, es difícil encontrar teóricamente algo más opuesto que la defensa de la igualdad y de la libertad de los individuos, de los ciudadanos, por un lado, y, por otro, el predominio del grupo sobre el individuo que defiende todo nacionalismo, en donde el criterio de nacimiento está por encima del criterio del mérito personal; en donde se vuelve a lo peor del Antiguo Régimen -no solo el franquismo en cuanto a ciertos procedimientos autoritarios y a la adopción de la "enemistad política" de Carl Schmitt: o conmigo o contra mí, sino más atrás, a la antigua sociedad estamental territorializada-; en donde la igualdad de oportunidades queda burlada por la prioridad del lugar de nacimiento.
CARMEN IGLESIAS
RR.AA. Española de la Historia
domingo, 12 de junio de 2011
Esta mañana, como todas las mañanas...
jueves, 9 de junio de 2011
domingo, 5 de junio de 2011
Calígula
sábado, 4 de junio de 2011
Suscribirse a:
Entradas (Atom)