sábado, 20 de marzo de 2010

Progresa adecuadamente. (15)


Y quien dice los niños y las niñas, dice las organizaciones sindicales, que, a juzgar por sus actos, no van mucho más allá de la criatura traviesa y consentida. Hace apenas un par de meses, el Departamento de Enseñanza de la Generalitat descubrió que el número de horas de lengua y matemáticas que los adolescentes catalanes reciben en Secundaria no cubre en absoluto sus necesidades formativas. Y que el tiempo que pierden solazándose con estos créditos en los que se supone que aprenden bailes de salón, cocina o jardinería estaría mucho mejor empleado en menesteres más comunes -que es como llaman en los institutos a las asignaturas que en la universidad reciben el nombre de "troncales", a las que no se nadan por las ramas-. El Departamento no sólo lo descubrió, también lo va a imponer, con gran pesar para todos aquellos sindicatos cuyos enseñantes habían hallado en el movimiento del cuerpo o en el trato directo con los productos de la tierra su vocación tardía.

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