martes, 30 de marzo de 2010
Progresa adecuadamente. (32)
Es cierto. Y conviene no olvidarlo. Porque, así como todo lo demás podría tener remedio -tardío, pero remedio al cabo- con un cambio de mayoría política en el gobierno de España, las concesiones al nacionalismo no han sido nunca de ida y vuelta en este país. El buenismo nada tiene que ver con la bondad. Ni el nacionalismo con la lealtad. Llevamos, como mínimo, un cuarto de siglo comprobándolo.
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