domingo, 5 de abril de 2009

Acosado


El déspota está convencido de que el hombre es un ser abyecto. Gente abyecta llena su corte, lo rodea por todas partes. La sociedad aterrorizada se comporta como chusma sumisa e incapaz de pensar. (...) A pesar de carecer de fundamento legal alguno o, tal vez precisamente por el hecho de carecer de él, cuida mucho las apariencias de la legalidad. Es su punto débil, en el que se muestra inusitadamente sensible, de una susceptibilidad enfermiza.



RYSARD KAPUSCINSKI
El Sha o la desmesura del poder

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