domingo, 1 de febrero de 2009

Alegría en el gasto

La opinión de Francesc de Carreras en La Vanguardia.


En los últimos días, se ha hablado mucho sobre la utilidad y las prioridades de ciertos gastos del Govern Montilla. Diversas cartas de los lectores publicadas en este periódico han aportado cifras concretas cuestionando la necesidad de las llamadas embajadas, mientras que el vicepresidente las justificaba en un artículo de hace dos días, también en La Vanguardia, por la necesidad de internacionalizar la economía catalana, a pesar de que las personas designadas como embajadores no respondieran a este perfil, sino a otro más político e ideológico.


La gente de la calle, los ciudadanos normales, está tratando de estrecharse el cinturón, algo natural en momentos de crisis. Sin embargo, ello no parece ser así por parte del Govern de Catalunya, que ha gastado y sigue gastando en partidas de dudosa utilidad para hacer frente a estos difíciles tiempos en los que ya estamos y los peores que se avecinan. Repasemos algunos datos.

En primer lugar, el presupuesto de la Generalitat para el 2009 asciende a 36.985 millones de euros, más de seis billones de las antiguas pesetas, una cantidad más que respetable. Sin embargo, las cantidades dedicadas a gastos de personal han aumentado en los últimos años más aceleradamente que el conjunto global. Así, desde el 2006 (último año del Govern Maragall) hasta el 2009, el incremento ha sido de alrededor de un 9,5% anual, lo cual significa que entre estos años el número de funcionarios y personal contratado -según cálculos del diario El País- ha crecido en casi 55.000 personas (se pasa de 165.033 en el 2006 a 219.400 en el 2009) y las remuneraciones se han encarecido todavía más, de 6.670 millones en el 2006 a 9.474 millones en el 2009, ahora ya una cuarta parte del presupuesto total de la Generalitat. Quizás deberían explicarse las razones de este aumento de gastos en personal que, a primera vista, no se corresponde, ni de lejos, con los nuevos traspasos y funciones.

Vayamos ahora a elocuentes pequeños detalles, utilizando cifras de gastos efectuados en el último semestre por el Departament de Vicepresidència en la promoción de federaciones de deportes quizás respetables aunque algo pintorescos: a la Federació Catalana de Pitch & Putt se le han asignado 25.000 euros en apoyo de la secretaría de su federación internacional y 8.000 a la Federació Catalana de Kick Boxing y Muay Thai para que participe en el campeonato del mundo. Por su parte, cantidades más elevadas asigna el mismo departamento en ayuda exterior: la Asociación de Empresarios de Ascendencia Catalana de Uruguay recibió 24.727 euros, el Centre de Cultura Catalana de Andorra 123.636 euros, el Casal Català de Montevideo 129.300 euros y la ciudad francesa de Perpiñán 120.000 euros para que rotule las calles en catalán. ¿Estamos hablando del chocolate del loro? Quizás.

Pero mientras unos se estrechan el cinturón, otros muestran una gran alegría en el gasto.

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